en efecto para los Epicúreos el placer era un bien. Pero hay que tener cuidado no es el bien así Sino un bien uno entre muchos otros. Esta precisión es necesaria porque el supremo bien para Epicuro es en realidad el juicio y la prudencia es decir la capacidad de discernir y la posibilidad de hacerlo ponderadamente.
Epicuro partía de un problema muy simple:
-Los hombres tienen deseos pero no todos los deseos de los hombres deben ser seguidos
algunos de ellos son deseos vanos o ficticios es decir no tienen la posibilidad de ser realizados a este tipo de deseos pertenecen todos aquellos que por no poder ser satisfechos terminan por producir más dolor que placer. Comer cuando uno tiene hambre o dormir cuando uno tiene sueño es decir cuando uno puede eliminar el dolor que produce el hambre o el cansancio entonces encuentra placer pero cuando se quiere algo imposible no hay posibilidad de mitigar el dolor que en esa supuesta necesidad produce. Porque el placer para Epicuro no era otra cosa que ausencia de dolor por lo que solo hay placer cuando es posible satisfacer físicamente un deseo de ahí la importancia que tiene el juicio en Epicuro pues el hecho de que cada hombre sea capaz de juzgar sus propios deseos es lo que le permite seguir un camino hacia la tranquilidad y la felicidad esto no implica claro que los Epicúreos pensaras que existía una vida compuesta únicamente de placeres. En realidad para ellos la vida era placentera y dolorosa pero lo importante es que fuera más placentera que dolorosa que fueran mayores los deseos satisfechos que los insatisfechos.
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