y traficó con la esperanza
que envuelvo en una canción,
y con el alma…, si me alcanza.
Con pastillas de besos curo
el síndrome del mal del olvido,
y aunque nada debo, nunca pido,
que en tus notas esté el conjuro.
Pócima sagrada que de tu boca
mana y anestesia lo dolido.
Brebaje sublime que evoca
melodías de un amanecer perdido.
Me medico con arpegios rotos,
trafico píldoras de melodías.
Me las silba un juglar algunos días,
y las que no, se las robo a otros.
Con la música me medico
y me receto pasiones,
pues es a lo que me dedico:
a tocar almas, a hacer canciones.
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